Cuando se habla de organizaciones de tipo mafioso se refiere a los grupos que en tanto producen acumulación y riqueza a partir de la producción de cocaína, manejan el mismo esquema de la economía legal en sus empresas ilegales.
Los carteles tienen origen en la familia siciliana al imitar su forma de protección y búsqueda de un Estado paralelo. En la mafia los lasos familiares son fundamentales y deben ser netamente leales. Saben que si cae uno, no se puede llevar a los demas, o si no quienes sufren son sus seres queridos.
La mafia del narcotráfico en Colombia se sintió en tres etapas. La primera se dio cuando la marihuana llegó a la Costa Atlántica, se desarrollo a nivel regional quedándose en la Guajira, en el Cesar y en Magdalena, sin alcanzar al interior del país. Pero esto ya empezaba a marcar la vida de los guajiros, así lo describe el general retirado Rosso José Serrano en su libro JAQUE MATE
“Yo recuerdo en Cartagena, que una vez el alcalde nos dijo:
-Aquí a mi ciudad no me entran guajiros.
Entonces llegaban a un retén y los hacíamos devolver arbitrariamente”
Aunque no se alcanzo a hacer una verdadera mafia esto si dejó las primeras semillas del comportamiento que luego adoptarían los futuros capos. Como por ejemplo los “capos de la marimba” quienes introdujeron el gusto excéntrico de andar con relojes, collares y pulseras de oro, dejando a plena vista su condición de “nuevos ricos”; usando también camionetas Ranger, que por el ruido que producían y por la pinta cualquiera podría reconocerlos. Fueron los precursores de crear bandas armadas llamadas “gatilleros”, los que luego se conocerían en Medellín con el nombre de “sicarios”.
Para llegar a que una organización pueda ser considerada una mafia de be tener cuatro factores: 1) Tener voceros políticos 2)Tener la segunda generación sin sospecha ni antecedentes penales 3)Legalizar el patrimonio 4)Manejar niveles de violencia invisibles.
Además el narcotráfico debe ser el único delito en el mundo que no se puede hacer solo, pues necesita de muchos apoyos. Tal vez porque los guajiros solo contaron con el control de la materia prima sin tener los anteriores aspectos nombrados ni contactos ni redes de distribución en Estados Unidos fue que no llegaron a crear una verdadera mafia.
Los años 70 fueron los de la marihuana. Para cuando la Guajira dejó de ser el principal exportador y comenzó el proceso de la erradicación con glifosfato. Aunque tampoco se conformo una verdadera mafia que desestabilizara el estado, si se empezó a ejercer la corrupción. Aunque no salió del Caribe Colombiano.
La segunda etapa se dio en los 80 cuando llegó la fiebre de la cocaína. Un negocio que producía mas ganancias en relación con su volumen. Se dio inicio a la producción y el procesamiento de la hoja de coca, y se comenzó a enviar a Estados Unidos utilizando rutas de redes de marihuana y de contrabando. En Antioquia refinaban la pasta básica, por eso cuando llegó la decadencia de la marihuana, ellos ya iban un paso adelante y se empezó a crear el cartel de Medellín, con la figura central de Pablo escobar y lugartenientes como Carlos Lehder, también con Gonzalo Rodríguez Gacha (“el Mexicano”). En este entonces nadie pensaba que pudieran llegar a organizarse tanto. Lo mismo que pasaba con la guerrilla de revolver y palo, sin rockets, ni cilindros de gas como ahora.
Las verdaderas mafias se consolidaron rápidamente con ayuda de la enorme inmigración de colombianos a los Estados Unidos, sin esta no hubiese sobrevivido ninguna mafia del mundo. Acá se empieza a notar el empuje y el ingenio paisa que permitió a Medellín apropiarse del negocio.
La tercera etapa se baso en el negocio de la amapola. Quienes trajeron este problema fueron los Afganos y los paquistaníes. Ellos entraban con visa de turismo vía Perú, Ecuador o Bolivia, ya estando aquí daban las instrucciones para la siembra. La cónsul colombiana en Ecuador contó que unos afganos y paquistaníes habían pedido visa para entrar al país, y fueron estos los que le enseñaron al cartel de Cali, especialmente a José Santacruz, a sembrar amapola. Al parecer fue el mismo Santacruz quien trajo a los afganos y paquistaníes para impulsar la heroína en Colombia.
Con esta se cumplen las tres etapas de la mafia del narcotráfico en Colombia. Tal vez puede que aparezca otra mata que produzca algún narcótico y seguro que acá la tendremos, y así se escribiría en la historia una cuarta etapa que describa como sigue evolucionando la mafia Colombiana.
Este hecho, el desarrollo del narcotráfico asta crear mafias, se ha dado en otros países por que no reaccionan, talvez por la hipnosis que les producen los dólares fáciles; pero cuando empiezan a ver muertos en la calle quiere decir que ya se creo la mafia del narcotráfico y es poco lo que se puede hacer. Esto pasó en países laxos, que consideraron que por ser un fenómeno nuevo había que aprovechar las bonanzas, sin darse cuenta que esto atrae sangre. Por lo menos Perú y Bolivia se convirtieron en los países aliados de los carteles colombianos, de hecho cuando se empezó a procesar la base de coca se hizo con hojas traídas de allá; esto les ocasiono problemas graves, por ejemplo los más importantes mafiosos peruanos corrompieron oficiales en su país; al final fueron capturados en Colombia.
Los prototipos de la mafia Colombiana fueron Pablo Escobar, un hombre de clase baja que empezó su actividad robando autos. La gente sabia que era un asesino pero veía en él, el prototipo de un ascenso social, de alguien que era capas de desafiar los poderes de las clases ricas. Y por supuesto él era generoso con su pueblo, le regalaba el carrito, la casa, el estadio... pero sobretodo la gente lo quería por que en él reconocían sus orígenes humildes. Pablo Escobar Gaviria era una persona muy sagaz. Con una mentalidad de revanchismo social. Para él la plata, viniera de donde viniera, era la forma de ganar estatus, por eso cuando en la revista Forbes salió como uno de los más ricos, pero que había personas que tenían mas que él, su orgullo luchó por tener cada vez más. Tuvo la fortuna de morir rico pero dejando una gran estela de muertes y de odios. Mezclo la delincuencia con las obras sociales al igual que muchos otros capos, con esto ganaba protección por parte de la comunidad; hizo 2000 casas, un hospital y varios estadios, compro un equipo de fútbol y regalo plata a la gente; compro la margen derecha del río Magdalena, apoderándose de la mejor tierra de Colombia; era dueño de la finca “hacienda Nápoles” donde coleccionaba jirafas, hipopótamos y elefantes. Para 1980 ya era uno de los hombres más adinerados. Llego a ser representante suplente de la cámara, la constitución de 1991 sufrió enmiendas virtualmente dictadas por él; se opuso radicalmente a la extradición (antes una tumba colombiana que una cárcel en los Estados Unidos). Si había que matar a alguien lo hacia; coloco bombas en Bogotá; pagaba 2000 ó 3000 dólares por policía según el rango; secuestró a Andrés Pastrana; y como uno de sus tantos actos de violencia torturo a un joven policía de una manera inhumana. Se dice que por eso el día en que le metieron bala al ser agarrado en un techo de Medellín (diciembre de 1993), pertenecientes a la policía y demas, sintieron gran tranquilidad. Su estilo era el de combinar el terror con un modelo de reinserción social, semejante al de Robin Hood: haciendo daño pero repartiendo entre los pobres, lo que lo convirtió en un mito. Fue lo suficientemente poderoso, negoció su entrega, incluyendo la construcción de la cárcel de Envigado y luego se fugo por la puerta principal. El estado colombiano le hizo concesiones, como la imposición de penas leves y la no extradición.
Gonzalo Rodríguez Gacha, era el campesino pobre que se inicio como matarife. Al igual que Escobar, él tenía el respaldo de su pueblo. Perteneció al cartel de Medellín; manejaba la zona central del país, su aporte a la organización fue el más terrible: era el jefe militar y la cabeza de la mayoría de los atentados terroristas del cartel contra el estado. Era apodado “el Mexicano”. Fue el típico campesino nuevo rico, antiguo matarife y por eso uso su fortuna para comprar tierras. Más que la coca a él le gustaba era la tierra y por eso compro un montón de fincas, buen ganado y buenos caballos. Por problemas con la guerrilla financio la creación de grupos paramilitares que eran como el “sicariato” del campo. Murió en 1988 pero poco antes se supo que una oficina en Bogotá le manejaba 77 empresas agroindustriales, ganaderas, constructoras y de inversiones en equipos de fútbol. Gacha compró la margen izquierda del río Magdalena. Su característica principal fue la violencia y el temor que infundía en sus colaboradores, su estilo era el de usar la fuerza bruta, por eso a la mafia Colombiana y en particular a la de Medellín nadie la engañaba. Para todo narcotraficante su familia y seres queridos estan primero, se dice que su captura se produjo cuando le fueron rastreadas las llamadas que hizo para liberar a su hijo. Tuvo una muerte violenta y de las más recordadas. Aunque al igual que de Escobar, de él se dice que aun sigue vivo.
Carlos Lehder Rivas, oriundo de Quindío; Vivió con la guerrilla cuando era perseguido por el grupo de antinarcóticos de la policía nacional; tuvo un periódico propio llamado Quindío Libre de donde él era editor y un partido político en el Quindío con el nombre de “Movimiento Cívico-Latino Nacional”. Les regalaba patines modernos a las niñas de Armenia y otros pueblos del Quindío. En el terremoto de Popayán viajó con sus lugartenientes para regalar dólares y mercados, al igual que la mayoría de los mafiosos buscó siempre favorecer a su pueblo, el cual los apoya, protege y les es leal. La mayoría de los narcotraficantes de los 80 y 90 eran excéntricos y derrochadores del lujo en sus viviendas, vehículos y fincas. Lehder no se quedaba atrás construyendo lugares para llevar a sus niñas; para eso edificó en las afueras de Armenia un complejo residencial de lujo con todo y pesebreras, la bautizó “La Posada Alemana”. Tenia un busto de Lennon y la discografía completa de los Beatles. Su padre era alemán y murió avergonzado por la conducta de su hijo. Lehder era lugarteniente del cartel de Medellín y manejaba el Quindío y los Santanderes; era el enlace clave para los envíos de coca desde Bahamas, mas específicamente desde el Cayo Norman, un archipiélago de las Bahamas utilizado como refugio turístico pero que jugaba en realidad un papel determinante como catapulta de la droga hacia las costas de Florida, de este cayo figuraba como propietario Lehder. Cuando cerro campaña, en la época del Movimiento Latino Nacional, hizo una manifestación en la plaza de Bolívar de Armenia y la llenó, según dicen, porque rifaría una casa entre los asistentes y porque daba una caja de arroz chino a cada persona que viniera. Después de su desaparición un hombre fue a decirle a la policía que como podría hacer para cobrarle a Lehder una cuenta de diez mil arroces chinos. Hay cartas dirigidas a Lehder en las que las madres ofrecían a sus hijas a cambio de que les dieran una ayuda económica. Pregonaba que la exportación de la cocaína a EEUU era una manera de luchar contra el imperialismo. Era dueño de la empresa Internacional Durch Ressources, fundada en Hamburgo, pero con domicilio fiscal en las islas Bahamas. Fue extraditado a Florida en 1987, donde iba a ser enjuiciado, condenado y encarcelado en la prisión de Jacksonville, al parecer negocio con las autoridades y no se sabe aun de su paradero.
Los hermanos Rodríguez Orejuela, pertenecientes al Cartel de Cali. Querían pasar inadvertidos, a diferencia de los paisas del Cartel de Medellín; preferían actuar con sutileza y manejarlo todo con hilos invisibles que les permitieran penetrar a varios estamentos de la sociedad, pero sin aspirar a suplantarlos. Sobre todo después del final violento que tuvieron Escobar y Rodríguez Gacha. Pero ellos también mezclaron revanchismo social con la ayuda a los necesitados. Abrieron farmacias La Rebaja, por que consideraban que vendiendo droga barata podían ayudar al pueblo. Producían los medicamentos, muchos con licencia norteamericana y de otros países, y luego los distribuían a bajo precio. Eran más finos, más inteligentes en su forma de actuar y eran jerárquicos en el cartel. Se crearon el mito de invencibles e impenetrables, así no fuese verdad. Su estilo fue el del abandono del terror buscando una forma de reinserción social a partir de la industria y la creación de empleos. Drogas La Rebaja llegó a generar 7.000 empleos directos. No llegaron a tener voceros políticos propios pero si “alquilados”, y fue cuando metieron lo que hoy se conoce como proceso 8.000. Sus hijos estudiaron en Estados Unidos. Buscaron convencer a los colombianos de que, en contraste con Pablo Escobar, ellos eran una especie de delincuentes decentes, y por lo tanto asumir el costo de combatirlos no era fácil. Decían que la policía en su lucha, convertiría a Cali en un nuevo Medellín, es decir en un escenario de una nueva guerra narcoterrorista. Los Rodríguez impartieron a sus familiares y empleados, instrucciones jurídicas muy precisas sobre los requisitos legales para hacer un allanamiento. Otra de sus grandes cualidades fue la de la contrainteligencia, en la cual usaron compañías de taxis. Descubrieron que el taxista era una fuente de información natural con muy poco riesgo de ser detectada; compraron taxis y los dieron a los conductores para que los pagaran en cuotas de 60 meses sin intereses; además les ofrecían talleres gratis; tenían beeper, radio de comunicaciones y celular, lo cual no era muy difundido por esa época. En una oportunidad dos taxis se estrellaron para evitar que el Bloque de Búsqueda los siguiera. Esta información fue dada a la policía por una persona que había sido inyectada con un medicamento letal dado por ellos por que lo consideraban traidor. Cuando Gilberto Rodríguez llego a la cárcel, su esposa se demoró en llevarle como dos meses la cobija para la alergia, por que el día de la captura estaba con su amante. En 1986 España repatrió a Gilberto, preso en Madrid desde 1984.
José Santa Cruz Londoño, “don Chepe” controlaba el cartel de Cali. Fue figura protagónica cuando el cartel impulsó la presencia de la heroína colombiana en EEUU. Ayudaba a la sociedad construyendo edificios. Le gustaban más los ladrillos que la coca, creo yo. Construyo mas o menos unos mil apartamentos además de las excéntricas replicas que hizo de la Casa Blanca o el Club Colombia en Cali, luego de que no lo admitieran como socio.
En el fondo muchos narcos, tenian mucha sensibilidad social, aunque no lo aparentaran cuando dañaban a otros con lo que a ellos les favorecía.
Cada narcotraficante es diferente al otro, pero casi todos coincidían en el gusto por las mujeres bonitas, sean reinas, modelos o estudiantes en general. Para obtenerlas usan todos los intermediarios imaginables. Con sus dólares compran la voluntad de cualquier persona. Por ejemplo, en Guaymaral, Leonidas Vargas tenía en una de las habitaciones de su casa una mesa que en un principio creyeron que era una mesa para partos, pero después supieron que era un sillón francés para hacer posiciones sexuales. La mujer juega un papel muy importante por que ella tiene un instinto más desarrollado para saber que es bueno o que es malo. En la mafia todos aceptaban tener varias mujeres, no hay celos, y si los hay deben aguantárselos porque saben que cuando se entra a formar parte de la estructura de la mafia, ahí cosas que se deben sacrificar, ya sea por la plata o por amor (aunque esto ultimo no es muy común). La mujer que estuvo con un mafioso no se puede ir con otro mafioso, esto es imperdonable. El amor materno también se acentúa en ellos, en Medellín dicen: “Mamá hay una sola y santa. Papá puede ser cualquier hijueputa”. Muchos hacían plata y morían, pero lo que les importaba era que su mamá quedara bien. Aunque en cuestión de gustos no hay disgustos, para algunos eran más que excéntricos los combinados y las pinturas que se veían en apartamentos de asta 450 metros pertenecientes a narcos. Tenían a veces obras originales de importantes artistas pero la decoración hecha al gusto de ellos los delataba.
La diferencia entre el Cartel de Cali y el de Medellín es que los cercanos a Escobar eran asesinos igual que él. Los de Rodríguez Orejuela, en cambio, eran gente más instruida con un nivel de cultura mas alto, pero de todas formas tenían las mismas pretensiones, pues no hay narcotráfico sin sicarios. Aun así el Cartel de Cali actuó con más sutileza mientras no encontró mayor resistencia, pero cuando empezó a ver que actuaban en su contra, declaró la guerra, no con bombas, como el cartel de Medellín, sino a su manera (desprestigiando, comprando, amenazando...).
Hernando Gómez Buendía, analista político, dijo “los colombianos tenemos un dilema: estar a favor del imperio y la moral con la guerra contra la exportación de drogas o situarnos del lado de la corrupción y la patria”
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