Empezaron a aparecer después de casi dos meses de empezadas las obras. Conocíamos a algunos que habíamos visto en los poblados donde comprabamos las provisiones, pero estos eran diferentes, habían vivido siempre en la selva y no hablaban nuestra castellano ni brasileño.
Joel, que estudió en España, dijo que eran una tribu yanomama, pero ellos se llamaban a si mismos "SANUMÁH" o algo parecido. Eran pacíficos y colaboradores. Aunque no servían para el trabajo pesado. Los hombres cazaban y las mujeres cuidaban a los pequeños y cuidaban los ranchos.
A algunos viejos hubo que eliminar, pero a los jóvenes les gustaba el alcohol y la maria. Pronto les enseñamos a destilar y se convirtieron nuestros proveedores principales de tequila. La convivencia era tranquila, aunque de vez en cuando había que machacar a alguno para dejar claro quien mandaba.
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