Los salones mas alejados olían a mierda porque nadie los limpiaba y no estaban bien ventilados. Se acumulaban los excrementos de los perros, los gatos y en general todas las mascotas del Rey y sus queridas que olvidados tras la novedad inicial vagabundeaban por todo el palacio sin otra cosa que hacer que comer lo que encontraban, pelearse y follar entre ellos.
Algunos días de verano la peste era tan intensa que llegaba hasta el ala norte y la mismísima habitación del propio rey.
No hay comentarios:
Publicar un comentario